En las viviendas pasivas o viviendas de consumo casi nulo (nZEB), es imprescindible contar con aislamientos de máxima calidad y grandes espesores. Es la mejor alternativa a la hora de mejorar el confort interior, impidiendo que el frío, el calor y el ruido se cuelen en la vivienda, y de esa manera, conseguir un ambiente saludable en el hogar.

Pero además del confort y el bienestar que proporciona un buen aislamiento térmico, su aplicación también representa una gran ventaja a la hora alcanzar una mayor eficiencia energética. Todo esto se traducirá en un importante ahorro económico en las facturas.

Eso sí, antes de elegir el material más adecuado para aislar nuestra vivienda, es fundamental fijarse en las propiedades y en la conductividad térmica que proporciona cada uno de ellos. A menor conductividad térmica, mayor capacidad de aislar. Pero, ¿puede cualquier aislamiento térmico proporcionar todas estas ventajas? Los aislamientos fabricados con materias primas naturales sí que pueden hacerlo, ya que además de proporcionarlas también logran reducir en gran medida el impacto medioambiental.

Tipos de aislantes térmicos naturales

Según la localidad en la que vayamos a construir, será conveniente elegir un aislante u otro, así reduciríamos la huella de carbono del material haciendo que su desplazamiento hasta su ubicación final sea menor.

Lana de roca

La lana de roca se utiliza frecuentemente como aislante térmico tanto en la construcción y en la industria. Es un tipo de lana mineral fabricada a partir de roca natural como la basáltica, un tipo de roca volcánica muy abundante en la corteza terrestre.

Fibra de madera

La fibra de madera es un aislante compuesto por fibras de madera natural procesadas. Durante este proceso, se les añade sales de boro para atribuirle propiedades ignífugas e insecticidas.

Lana de oveja

La lana de oveja es uno de los aislamientos térmicos naturales más eficaces, duraderos y sencillos de instalar. Se trata de un material altamente sostenible, ya que es completamente biodegradable. Además, es un material higroscópico, lo que significa que es capaz de absorber o liberar la humedad en función de la temperatura que presente la vivienda.

Cáñamo

El cáñamo proporciona un excelente aislamiento acústico y una gran capacidad ignífuga, características que lo convierten en un material muy versátil y recomendable a la hora de aumentar el aislamiento en todo tipo de construcciones.

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