Combatir el frío mediante el aislamiento térmico en casa y ahorrar en la factura energética es posible si seguimos una serie de medidas.

En España, más de la mitad de los edificios están construidos con un aislamiento térmico bastante anticuado y, en muchos casos, inexistente.

Por esta razón, desde las administraciones intentan poner en marcha diversos planes de ayuda que faciliten el acceso a la rehabilitación térmica y, al mismo tiempo, adaptar las viviendas a las nuevas normativas.

El aislamiento térmico en las viviendas españolas

Un 80% de las viviendas españolas fueron construidas antes de los años 80 y presentan grandes deficiencias en lo que aislamiento se refiere. Por lo tanto, no cumplen con los requisitos actuales de habitabilidad o confort térmico.  Además, cabe destacar que una vivienda que disponga de un buen aislamiento térmico puede llegar a reducir hasta un 30% en el gasto de energía.

Está claro que una vivienda bien aislada térmicamente permite ahorrar energía, reducir la contaminación medioambiental y cumplir con el decreto de Certificación de Eficiencia Energética de Edificios Existentes, vigente desde el 1 de enero del 2003. Dicho decreto clasifica a las viviendas mediante una serie de letras, que van desde la “A” a la “G”, siendo “A” la de máxima eficiencia y “G” la de menor.

Dicho esto, ¿qué podemos hacer para mejorar el aislamiento de nuestra vivienda?, ¿qué aspectos debemos tener en cuenta? Desde Construcciones Almozara 2000 queremos destacar algunos puntos importantes en este sentido.

La importancia de reforzar el aislamiento de suelos, ventanas y puertas para combatir el frío.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que ventanas, puertas, suelos, paredes o techos son las principales vías de pérdida de energía. En este sentido, el aislamiento en la zona exterior es muy importante para mejorar la inercia térmica de cerramientos, estabilizar las temperaturas interiores y evitar oscilaciones térmicas dentro de la vivienda para conseguir un gran confort térmico.

Las ventanas pueden ser otro de los puntos de mayor pérdida de calor. Así, debemos estar atentos las entradas y salidas de aire y  minimizar las fugas.

En lo que se refiere a las puertas, además de la seguridad, es conveniente evitar que por los laterales, la parte inferior o la superior perdamos o ganemos temperatura. Por ejemplo, para evitarlo, podemos instalar aislantes en la parte inferior de la puerta.

Una buena opción para aislar el suelo es que éste sea de madera, por ejemplo, parquet de bambú. Y en el techo el aislante debe ser de entre 8 y 18 cm de grosor.

En invierno el calor se debe, principalmente, a la calefacción y, en menor medida, al sol. Por el contrario, durante la época estival se acumula calor y requiere de sistemas de refrigeración. Ante esta situación, en verano es muy recomendable utilizar toldos y persianas para minimizar la acumulación de calor en la vivienda. Sin embargo, en invierno es un momento idóneo para aprovechar al máximo la luz del sol dejando cortinas y persianas abiertas.

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